Fotografía de Bodas

Me encantaría trabajar con vosotros…

Cuando las parejas deciden dar el gran paso y celebrar su enlace, tienen un gran trabajo por delante para organizar todo y que las cosas salgan a su gusto. Llega el momento de elegir quién captará la emoción de ese día.

Siempre es aconsejable que penséis qué fotos deseáis, si queréis que quede una historia en imágenes bien contada de ese momento, o si por el contario decidís pasarlo por alto. Es importante fijarse en los trabajos de fotografía que se muestran. Es importante conocer la forma de trabajar del fotógraf@. Por eso, siempre que una pareja contacta conmigo, lo primero que hago es quedar con ellxs para contestar a todas sus preguntas y contarles cómo trabajo. Ese primer encuentro, además de para hablar sobre mi forma de trabajar, me sirve para ir conociéndoles y romper un poco el hielo. Así, llegados los momentos importantes, no seremos unos completos desconocidos y sabré cómo moverme mejor.

En el gran día me gusta ambientar la historia en el sitio donde tiene lugar, captar la esencia de la ciudad, del sitio donde será la ceremonia, banquete… Y, una vez en marcha, me gusta fotografiar todo lo que veo: la gente llegando, sus risas, sus abrazos… Me gusta ese ritual de vestirse e ir captando pequeños detalles que hacen el conjunto de ese momento tan especial. Las niñas y niños que corretean por los pasillos, las madres emocionadas, las lágrimas de los padres o las manos que a veces nos cuentan tantas cosas cuando agarramos las de un ser querido. Trato de pasar desapercibido, de mezclarme con la gente y que nadie note que estoy allí al tanto de todo lo que ocurre. Me gusta cuando la gente baila, se desinhibe y me regala momentos únicos. Los besos, los gritos, los manteos, los regalos, las sorpresas… Me gusta pensar que soy una parte importante en ese día y que mis fotografías serán un recuerdo único en la historia de esas personas.